Relatos por capítulos, poesía y novela. Artículos de críticas de empresas/servicios/productos. Mi portafolio artístico. -Tania G. Garmendia-
REPORTAJE: Relaciones Kármicas: qué son, para qué sirven y cómo identificarlas, es un artículo-reportaje donde hablaremos sobre las Almas kármicas, algo muy necesario si queremos entender y comprender mejor lo que acarrea ser el Alma kármica de alguien o el hecho de estar viviendo una relación de esa clase. Adentrémonos pues, en el Mundo interior de las Almas kármicas.
Desgraciadamente hay mucha ignorancia al respecto de lo que es una relación kármica o un Alma kármica y todo ello por la causa más que probable de lo que muchos trabajadores del Mundo Espiritual y Esotérico hacen creer al consultante que acude a ellos.
Me llama la atención sobremanera la forma tan fácil con la que se le dice a muchas personas que su relación es preciosa, que es una relación kármica, cuando prácticamente todo en esa relación va a ser tormentoso, caótico, inestable y muy doloroso hasta el aprendizaje final.
Enfocándonos a nivel profesional resulta contraproducente del todo que, cuando alguien acude a nosotros lamentándose por lo mal que va su relación de pareja o amistad especial, se consuele a dicha persona haciéndole ver que todo eso es normal porque: “oiga, es que es una relación kármica lo que tenéis vosotros y esto es normal, pero un día todo eso se terminará y viviréis una relación preciosa; todo esto sucede porque tenéis una relación ‘especial’ “.
¿Cuál es la consecuencia de que muchos profesionales psíquico-esotéricos hagan ver una relación kármica como una relación preciosa, diferente y especial? Que el consultante, la persona afectada, tenga la seguridad de que su relación prosperará y será perfecta; lo más normal es que se convenza a sí mismo de que tiene que soportarlo todo en dicha unión porque “son Almas Gemelas, la pareja perfecta, la unión más especial”.
Nada más lejos de la realidad. Las Almas o relaciones kármicas no tienen nada que ver con esas definiciones y para aquellos lectores habituales, cuando lean el artículo Almas Gemelas que será publicado próximamente, entenderán al leerlo las grandes diferencias que existen entre Almas Gemelas y Almas kármicas.
Para aquellos que no lean el artículo Almas Gemelas, no importa; este trabajo escrito les hará conocer muy de cerca lo que son las relaciones y Almas kármicas, para qué o porqué suceden y sobre todo, cómo identificarlas a la perfección.
Empezaré hablando sobre qué son, algo muy importante como base de conocimiento sobre este tipo de Almas y relaciones.
Las Almas kármicas son seres que en vidas anteriores se han conocido y muy probablemente amado y que dejaron cuentas pendientes, conflictos por resolver, relaciones inacabadas y lecciones por aprender; creando así desarmonía, desequilibrio, inestabilidad y toda clase de energías/sentimientos negativos tanto en ellos mismos como en la otra Alma con quien se unieran en su vida pasada.
Cabe destacar que dichas Almas pueden haberse vinculado en su vida pasada a nivel familiar, sentimental así como en la amistad y que en la vida actual puedan coincidir o no en cualquiera de dichos vínculos.
De hecho, son muchas las Almas kármicas que en su vida anterior fueran padre e hija, dejaran muchos conflictos por resolver y sólo pudiesen solucionarlos en un vínculo de pareja sentimental, de hermanos o de amistad; si esto sucede, el vínculo que establecerán en la vida actual cambiará, para dar paso a esa sanación interior y al restablecimiento de la armonía.
Sin embargo, no siempre el karma decide por sí mismo ese cambio de vínculo o la unión más favorable para que la desarmonía quede atrás y es entonces cuando pueden llegar a darse serios problemas para superar dicho karma y seguir adelante.
Este es el modo que tiene el karma de decirnos: “¡Eh! esa no es la relación que debéis establecer o la relación actual debe ser modificada ahora. Necesitáis tener una relación diferente para poder avanzar y progresar.”
Pero lamentablemente, al no saber demasiado sobre las relaciones kármicas, las personas no comprenden y siguen atándose en vano a una situación que no debe ser la que es, estando en relaciones que ya han cumplido un ciclo. Así, el karma sigue quedando pendiente y el individuo sufre una continua falta de evolución, avance o progreso.
Realmente es lo único que las Almas kármicas, las relaciones kármicas persiguen: aprender. Es por ello que habitualmente suela costar tanto estabilizar dichas relaciones. Ese es el “ingrediente” más característico de las Almas kármicas: la inestabilidad. Todas y cada una de las relaciones kármicas son inestables y sufren continuos altibajos.
• Inestabilidad
• Relaciones tormentosas (celos, sentimientos de posesión emocional sobre el otro, conflictos recurrentes)
• Inseguridad
• Desconfianza
• Una relación basada en el ego (no hay amor generoso como en las Almas Gemelas, sino una necesidad de ser admirado por el otro, necesitado por el otro, amado por el otro, querido por el otro)
• Una enorme incapacidad para desprendernos del otro (muchas personas vinculadas a alguien en este tipo de vínculo, tras determinado tiempo saben que no es la persona que les conviene tener cerca, que no es lo que esperan para sus vidas ni lo que desean, pero son incapaces de “soltar” el vínculo con dichas personas)
• Cuando no se comprende que tienen algo que aprender, la relación se vuelve tan turbia que se termina experimentando adicción psíquico-emocional, hasta el punto de transformar el amor que hubiese en pura obsesión.
• Aprendizaje
• Evolución
• Armonía
• Equilibrio
Estas son las 4 razones principales por las que se da una relación de estas características. Razones simples pero muy importantes. Cuando una relación así sucede en nuestras vidas la razón de su existencia es dejar a un lado los lastres de nuestra vida pasada y aprender aquello que vida tras vida, nos empeñamos en no aprender y no aplicar por culpa del Ego.
Aquél que nos hace pensar que lo sabemos todo, que somos mejores que el de al lado y que no pasará nada si no aprendemos algo junto a esa persona; que todo seguirá igual si decidimos apartar esa persona conflictiva de nuestro lado. Que seguiremos nuestro camino y seremos felices, que todo pasará.
Estos son los pensamientos y el paradigma de una mente limitada que vive por y para el Ego, en lugar de vivir por y para el amor como estado de Consciencia o lo que es lo mismo: para la evolución. Un pensamiento que nos limita el campo de visión y que está completamente errado.
Como profesional y también a nivel personal, he visto toda mi vida cómo una persona que se empeña en apartar una relación kármica de su existencia y decide no aprender lo que dicha persona traía para su evolución, es “torturada” incansablemente con diferentes personas con características idénticas, sólo para que ese aprendizaje sea realizado.
Imaginad ahora por un momento que esa persona decide, hasta el día de su muerte, no hacer caso de algo tan importante, obviar todas las señales y apartar de su vida a las personas que traen una lección para él o ella. El resultado más evidente será el que vemos día a día en nuestras vidas: relaciones kármicas que nos frecuentan, en lugar de relaciones dhármicas (todo lo opuesto a las Almas que ocupan el protagonismo de este documento, os hablaré de las Almas dhármicas en otro trabajo escrito próximamente).
Por último, señalemos lo que sucede cuando decidimos vivir esa relación kármica a pesar de los pesares.
Son muchas las personas que se preguntan qué sucederá una vez esa relación haya cumplido su función, en especial cuando se trata de relaciones kármicas amorosas. En realidad preocupa más que esa unión acabe tras el aprendizaje, que el hecho de aprender y progresar tras aplicar dicha lección de vida.
Y aunque lo habitual es que esa relación termine tras haber cumplido su función, dependiendo del tipo de sentimientos existentes y de lo que se haya tenido que aprender, así como el modo en que se realice el aprendizaje, esa relación continuará (pero con nuevas bases) o terminará para siempre.
Lo más normal es que una vez aprendida la lección y avanzado, una vez que esas Almas ya estén en armonía la una con la otra, los dos se sientan liberados y por lo tanto inicien un nuevo camino individual, ya con armonía y paz, tanto para sí mismos como hacia los demás.
Si esto es lo que sucede, la persona no tiene nada que temer aunque quiera con todo su corazón al otro, ya que en esos momentos, cuando todo acontezca, la liberación será infinitamente superior al amor que se tenga hacia dicha persona y la pena que pudiese tener antes de que todo terminase, no tendrá nada que ver con su nueva mentalidad en el momento preciso de suceder el cambio, la transformación.
También podría suceder (aunque en casos muy puntuales, casi excepcionales) que ambas personas se amen tanto que una vez aprendida la lección y superado el karma, se conviertan en una relación dhármica. Si esto llegase a suceder, serían la pareja perfecta; esa clase de personas que se aman por encima de todo, que no tienen apenas conflictos y que se entienden a la perfección; ese tipo de vínculo que perdura hasta el fin de sus días.
Sea como fuere, cuando una relación kármica está frente a nosotros, lo mejor es fluir lo más favorablemente posible con dicha persona y trabajar en los puntos negativos que tengamos junto a él o ella (conflictos, celos, egoísmo, intolerancia…)
Son muy variados los puntos “flacos” que nos mantendrán atados a dicha relación y en cada caso será diferente, pero si los trabajamos a cada momento, ese karma terminará mucho antes y podremos avanzar, manteniendo relaciones armónicas, estables, seguras y entregadas.
Podrá suceder con el Alma kármica o con otras personas, pero sin duda alguna será un cambio total en nuestra existencia que nos traerá la esperanza del amor verdadero a la velocidad de la luz.
Espero que este artículo sobre Relaciones Kármicas: qué son, para qué sirven y cómo identificarlas haya aportado guía a vuestras dudas.
© Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la Ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra (completa o parcialmente) sin contar con autorización del titular de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados será constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal) con las consiguientes consecuencias legales contra el infractor.
¿Deseas leer un artículo similar adaptado a tu situación personal? ¡pon un comentario con tu solicitud o sugerencia!